El fatídico día echamos un partido contra los "Gladiadores Rojos" (el nombre de guerra del Unión Deportiva Tres Cantos), los padres de los chavales contra nuestros hijos. Tengo que decir que les dimos una soberana paliza (tienen 12 años, nos queda poco de ganarles a nada), aún corro más que ellos y tengo que decir que el hecho de que uno entrene con intensidad y practique deportes de resistencia, le hace estar en buena forma y un partido de fútbol de hora y media no llega apenas a cansarle.
Pero, eso sí, el fútbol es un deporte totalmente antagónico al triatlón. Los movimientos del primero son explosivos y discontinuos, los del segundo son mucho más suaves y muy prolongados en el tiempo. Si a eso lo unimos que uno nunca presta la atención que requieren a los estiramientos, no es de extrañar que aproximadamente a la hora de empezar comenzara a notar molestias en el aductor izquierdo, molestias que por otra parte no impidieron que siguiera jugando el partido hasta el final, en un claro ejemplo de contumacia absoluta (contumacia: tenacidad y dureza en mantener un error; aunque este no es el palabro de este post, porque ya lo incluí en el pasado).
Las molestias me recordaban a una lesión similar del pasado (nada más empezar en el triatlón, y debida a otro partido de fútbol), pero como realmente la molestia no era suficiente como para impedirme correr, 3 días después me hice unas series de cuestas. Las molestias no cesaban y el 31 decidí correr la San Silvestre, ya que había conseguido clasificarme para la Internacional, acreditando una marca de 37:30 en el Derbi de las Aficiones.
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Me flanquean Iván, con la camiseta del Rayo, y Miguel Rojo |
El Derbi de las Aficiones (carrera de 10 km que va desde el Bernabéu hasta el Calderón, con pendiente negativa, que se celebró el 15 de noviembre de 2015) era mi única y última oportunidad para clasificarme para la San Silvestre Internacional (hay que hacer menos de 38 minutos en alguna carrera de una lista de homologadas); lo intenté en la Carrera de la Ciencia, pero reventé en el km 4. Me puse de acuerdo con Miguel para ir los dos juntos e ir ganando 2-3 segundos por km, y juntos salimos y juntos entramos en meta. ¡Gracias Miguel! Iván se nos fue en el km 2, y lo vimos alejarse poco a poco hasta intuirle entrar en meta 40 segundos antes que nosotros. Pedazo de marca.
Pues bien, esta carrera me permitió situarme en la línea de salida de la San Silvestre Internacional el 31 de diciembre, a las 20:00 (sí, muy tarde teniendo en cuenta el día que es, pero es que no empieza hasta que no está totalmente finiquitada la popular). Me hacía tanta ilusión participar, que aun teniendo molestias decidía correrla. Nunca he corrido la San Silvestre (de hecho nunca había pasado fin de año en Madrid hasta ahora), y debutar a lo grande era algo que no quería perderme.
Me puse de acuerdo con Juanma para dejar un coche cerca de la meta (el estadio de Vallecas) y otro cerca de la salida (el estadio Santiago Bernebéu). Llegamos a la zona de salida un buen rato antes, y la verdad es que uno se siente como un profesional. Eso sí, uno note que en este caso todos los rivales están a un nivel muy superior al del resto de carreras...
Este año, por primera vez, además de los que nos clasificamos por marca (unos 500, en cuyas camisetas ponía "Internacional" en la espalda), Nike invitó a los 2.000 usuarios de su app que más km hicieron durante un período de tiempo (en su camiseta ponía "Runner"). Los "internacionales" nos colocábamos delante en la salida.
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Buen ambiente en la salida |
La carrera bien, fuimos Juanma y yo juntos todo el rato (al final me fui un pelín alante), y no conseguí mi objetivo por los pelos (quería bajar de 39 minutos, e hice 39:04). La pierna, sin llegar a dolerme, me molestó bastante. Pero fuen una experiencia espectacular, sobre todo la entrada al estadio, como si de un maratoniano en unos Juegos Olímpicos se tratara.
No contento con esto, el domingo 10 de enero se disputa en Tres Cantos la tradicional carrera anual de 15 km. Claro, siendo en mi pueblo, no me la puedo perder. A pesar de que la pierna sigue molestando, y de que desde el 19 de diciembre solo hice la serie en cuestas antes mencionada y la San Silvestre, decido participar. Llevo el objetivo de bajar de 1 hora, y me quedo cerca (1:01), bien teniendo en cuenta que no entreno y que estoy lesionado. Pero aquí sí son mayores las molestias al terminar.
Así que la semana siguiente ya voy al médico (hasta entonces me había limitado a mis visitas periódicas al fisio), me hago una resonancia y se confirma el diagnóstico: pubalgia. Lesión típica de futbolistas. Empieza entonces un periplo a la caza del diagnóstico y tratamiento perfecto, que relataré en el siguiente post.
Lo que tengo claro es que no vuelvo a darle una patada a nada redondo en mi vida. El fútbol, ese deporte ineluctable (éste sí es el palabro; ineluctable:dicho de una cosa: contra la cual no puede lucharse).
La frase: "No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación" (Confucio).
¡Qué grande eres! Me dislocan los palabros y dichos. Cómo pueden estar tan bien encajados en el contexto...
ResponderEliminarPero también te tengo que decir que eres brutito y que te cuides, que somos muchos los que te queremos y te queremos entero!
Muas