Por fin
llegó el día, queda lejano aquél 26 de octubre en el que, tras un parón
recomendado de 15 días, salí a correr por Tres Cantos pensando ya en el IronMan
de Vitoria del 12 de julio de 2015. A los 6 km tuve que llamar a Elena para que
fuera a buscarme, porque la rodilla no me aguantaba (después deduje que tras 15
días sin hacer nada había perdido la musculatura del cuádriceps y por eso la
rodilla sufrió más de lo debido). Atrás queda el día, allá por marzo, en que
durmiendo se me salió el hombro y me hizo dudar sobre si podría seguir
adelante. Atrás quedan 422 sesiones de entrenamiento, muchísimos madrugones
para nadar o correr antes de entrar a trabajar, muchísimas comidas rápidas para
dedicar el tiempo de comer a entrenar, muchísimos fines de semana
desapareciendo de casa a primera hora y llegando casi a la hora de comer tras
más de 100 km de bicicleta, alguna discusión en casa (aunque no me puedo quejar
ni mucho menos en este aspecto) y muchas, muchas horas para estar con uno
mismo. Pensaba que esto se me iba a hacer duro pero creo que no me ha venido
mal porque estas horas corriendo, nadando o pedaleando en soledad sirven tanto
para tratar de desconectar como para darle vueltas al coco, según te interese.
También
es cierto que muchas de estas horas las he echado en el gimnasio de casa, donde
he aprovechado para engullir alguna serie como "Dexter" o "Ray
Donovan" (recomiendo ambas), y alguna más "fácil de ver" como
"Cómo Conocí a Vuestra Madre" (bah, regular, demasiado absurda) o
"Dos Hombres y Medio" (buenísima).
Llega el
viernes y nos vamos a Vitoria Elena, Carlos, Pablo y yo. Se vienen Dani (que es
quien ha provocado que yo me apunte a un IronMan año y pico después de empezar
a hacer triatlón) con Ruth, Silvia e Iker (a estos 4 los veremos ya el sábado)
que son unas clásicos entre nuestros "groupies" (groupie: en el sentido estricto de la palabra, es una
persona que busca intimidad emocional y sexual con un músico famoso.
Nota del autor: en este caso, no es aplicable el sentido estricto de la
palabra), pero es que además nos acompañan mi hermana Roncesvalles con mi
cuñado Juan (lo cual me ha hecho muchísima ilusión pero es que además me han
sido de infinita utilidad, para empezar el viernes me recogieron el dorsal
porque yo no llegaba a tiempo) y el sábado se incorporaron nuestros amigos
Sylvia y Luis. ¡Qué alegría, cuántos fans!
El
viernes fuimos a cenar a un japo, y el sábado por la mañana quedé con Luis
Herrero (que también andaba por allí con la familia porque hacía el Half) y un
par de amigos suyos a rodar 50 minutos con la bici. Después desayuné con la
familia y nos fuimos al pantano de Landa, donde los niños hacían un acuatlón. Y
esto de verdad que es un recuerdo que tendré siempre, fue tan gracioso verles
competir (cada uno en su edad y su distancia, pero básicamente tenían que
correr, después nadar, y después correr de nuevo, con sus correspondientes
transiciones para quitarse las cosas de correr y ponerse las de nadar, y
viceversa). Primero participó Pablo y luego Carlos, ambos lo hicieron muy bien,
y si en algo pueden mejorar es en las transiciones…
Con mis dos finishers |
Nos
fuimos a comer al Club de Golf Larrabea (éramos 17 contando a los niños) y de
allí a la T1 a dejar la primera bolsa y la bicicleta, a la T2 a dejar las cosas
de correr, y entre paseo y paseo se nos hizo la hora de cenar (un clásico en
las vísperas de los triatlones: un italiano). A la cama tempranito que al día
siguiente salía a las 5:30 el autobús de los participantes (a las 6:40 el de
acompañantes).
Previendo
que iba a dormir mal, me tomé, además del Lexatil recetado hace ya varios
meses, dos pastillas de melatonina en vez de una (tomo una a diario), más una
lámina de melatonina con menta (más suave pero de efecto más inmediato). Me
desperté a las 2 y me tomé otra lámina. En el autobús iba zombi…
Otra
cosa que me hizo mucha ilusión es que Elena y los niños llegaron a la salida (y
eso a pesar de un incidente con el despertador, otro con las gafas de Pablo…).
Antes de la salida |
Vamos
entonces a comentar la prueba. Se da la salida a la natación con un poco de
retraso, pasadas las 8:30. Como la previsión indicaba que no iba a salir el sol
hasta entrada la tarde, decidí salir con gafas no polarizadas e incluso cambié
a última hora las de la bici (que son las mismas que uso para correr) para usar
unas con cristales transparentes.
Como en
la salida del Half vi que desde que sonó la bocina hasta que los últimos
consiguieron llegar al agua pasaron 2-3 minutos, y eran 1.000 como nosotros, en
el último momento cambié de estrategia y decidí que, en lugar de salir el
último para evitar mi angustia en el agua, me iba a intentar situar por la
mitad. Craso error. Para empezar, cuando estaba colocado me di cuenta de que
tendría 200 tipos por delante, y unos 800 por detrás, así que de la mitad nada.
Suena la bocina, avanzo, me tiro al agua, y empieza uno de los peores momentos
de mi vida, de verdad. Recibo golpes de todos lados, no puedo sacar los brazos
para nadar sin golpear yo a otros, trato de frenar y me pasan por encima, trato
de acelerar y no me dejan los de alante... Comienzo a hiperventilar y el
corazón se me pone a mil. Trato de salirme hacia la derecha para acercarme a
los jueces que iban en piragua pero imposible desplazarse lateralmente. Cada
vez que miraba para atrás veía una marabunta de gorros rojos y brazos
acercándose hacia mí, y recibía varios golpes. Pensaba que quería retirarme,
pero había dos factores que me lo impedían: uno era físico, y es que me era
imposible acercarme a los jueces, trataba de chillar pero ni eso podía hacer; y
el otro era mental, y es que no podía hacer eso con la cantidad de gente que
había pendiente de mí, los que me fueron a ver a Vitoria y los muchos que me
mandaron ánimos las horas antes (muchos de los cuales yo ni sabía que estaban
al corriente de "mis peripecias"), por no hablar de lo que es mandar
al traste 9 meses de entrenamiento cuando no llevaba ni 5 minutos de
competición.
Esto es empezando la segunda vuelta |
Cuando
por fin pasan estos minutos iniciales, y con toda la angustia, la
hiperventilación y las pulsaciones a mil, pero ya sin 800 nadadores queriendo
pasarme por encima, me acuerdo de lo que me dijo mi cuñado Juan, de coña,
cuando el día anterior le comentaba lo que me preocupaba pasarlo mal en el
agua. "Te haces el muerto un rato y verás cómo se te pasa", me dijo.
Pues lo hice, me puse boca arriba, no moví ni un músculo, esperé unos 20
segundos y vi que podía seguir. Y lo cierto es que el resto de la prueba, hasta
completar los más de 4.200 metros que me salieron (traté de ir evitando el
camino más corto para no volver a sufrir los mismos avatares) los hice a la
perfección, sin dejar ni un segundo de bracear, a un ritmo decente y sin angustiarme.
Por poner una pega, el sol salió nada más empezar a nadar, eché en falta mis
gafas polarizadas pero pensé que más echaría en falta las gafas de sol en la
bici, si es que no se nublaba; que no se nubló, y digo yo, que he estudiado
meteorología por temas náuticos, dicen que la previsión meteorológica con más
de 72 horas de antelación es poco fiable, pero yo es que la comprobé una hora
antes de la salida...). Terminé la natación en 1 hora y 16 minutos, a un ritmo
de 1:48 cada 100 metros, lo cual para mí es bastante aceptable. Quería haber
bajado de 1:15, así que teniendo en cuenta que nadé más de 400 metros extra y
el tiempo que perdí al principio, el resultado fue más que correcto.
Voy a la
T1, escucho los ánimos de mi gente, voy a buscar mi bolsa, me quito el
neopreno, me siento en el suelo, me seco los pies como puedo porque se me
olvidó dejar una toallita en esta bolsa, me pongo manguitos, guantes,
calcetines y zapatos, el casco y las gafas con cristales transparentes. Voy
corriendo a por la bici, justo antes de comenzar el circuito vuelvo a ver a mi
familia animando, me subo a la bici y empiezo a pedalear. He tardado menos de 6
minutos en esta transición (me decían que tardaría 10, me propuse tardar menos
de 7).
En la T1, yendo a por la bici |
El
segmento ciclista constaba de dos vueltas de 70 km y una de 40 km. Decían que
el circuito no era llano pero sí rápido. Todo verdad. Constantes sube-baja pero
en los que daba la sensación de que lo que se ganaba bajando compensaba lo que
se perdía subiendo. El sol se mantuvo durante todo el día (como atestiguan las
marcas en mi espalda) y durante la primera vuelta apenas sopló el viento, lo
que me permitió completarla con una media de entre 34 y 35 km/h. Después se
levantó el viento y la media inevitablemente bajó, para quedarse tras los 180
km en 32,5 km/h.
El
circuito tenía tramos muy bonitos y cuando se pasaba por pueblos la gente
animaba mucho. En el primer avituallamiento de cada vuelta estaba Javier Osés
de voluntario con su mujer, y además de darme bebida, me daban muchísimos
ánimos. Me llamó la atención una pancarta gigante en Larrea: "Vuestro
hobby, nuestra ruina". He mirado en Internet pero no he encontrado
información, me gustaría saber por qué en Larrea están en contra de este
triatlón, entiendo que sus motivos tendrán.
Al
completar el segmento de bicicleta (lo hice en 5 horas y 34 minutos) te recoge
la bici un voluntario en la T2.1, y se va uno corriendo unos 100 metros a la
T2.2 donde están las bolsas (en este intervalo, veo a mi familia, me paro a
darle un beso a Elena que se lo merece, ha puesto sus pegas en el pasado pero
este día está volcada, y los niños igual), dejo el casco, me quito los
manguitos (que llevaba ya varias horas remangados, pero que me vinieron muy
bien los primeros km de la bici), me pongo las zapatillas de correr y la visera
y salgo de la carpa, encontrándome de nuevo a mi familia. Les digo que la
próxima vez que me los cruce me den las gafas correr de sol (ya pregunté antes
si esto estaba permitido).
![]() |
A punto de soltar la bici |
Sé que
ahora empieza lo duro, y trato de mentalizarme de que hay que ir kilómetro a
kilómetro. El primer km bajo de 5 minutos y me increpo a mí mismo ("no
fuerces, afloja que queda mucho") pero no me debo infundir mucha autoridad
a mí mismo porque los dos siguientes también bajo de 5. Me propongo no volver a
hacerlo salvo en el último km si me quedan fuerzas.
Me
extraña no haber visto a Dani, daba por sentado que habría salido del agua
bastante antes que yo, pensaba que si había hecho la bici que pretendía podría
mantenerse delante de mí, pero pasados unos km de carrera a pie debería haberle
visto o saber de él. Al final resultó que tuvo problemas en el agua y salió por
detrás, por eso no le alcancé en la bici, y encima en el km 12 del maratón
se tuvo que retirar por problemas en el estómago, el principal motivo de
abandono en los IronMan… ¡Ánimo, Dani, que tú ya has hecho 2… y los que te
quedan!
Al final
de la primera vuelta (eran 4 vueltas de 10,5 km) paso por donde mi familia y
amigos (que están degustando unos pintxos en el gran Sagartoki) y Carlos se
pone a correr a mi lado para darme las gafas de sol y quedarse con las que
llevo. Poco después adelanto al gran Rafa Morán, que se ha marcado una
bicicleta de época. Y al comenzar la segunda vuelta se me pone al lado un muy
buen tipo, un chaval de 25 años de Guadalajara, Luis Sangregorio
"Sangre", que me dice que si al ritmo que llevamos (algo por debajo
de 5:30) vamos bien hasta el final, y le digo que por mí sí, y empezamos a
recorrer km juntos.
![]() |
Haciendo el cambio de gafas |
Mantenemos
muy bien los ritmos (salvo por la parada en el km 22 para echar una meadita) y
esperaba el famoso muro de los 30 (o de los 25, que es cuando muchos dicen que
llega en el caso de los maratones en los IronMan). Como me insistió Andreu, en
cada avituallamiento pillaba agua, me echaba parte por encima y me bebía otro
tanto. El estómago me molestaba por lo que minimicé el consumo de geles. E hice
una de mis típicas cagadas ("globeradas", como dice Dani). Y mira que
Andreu me insistió en que "no pruebes nada el día de la prueba, que no
hayas visto ya antes cómo te va", pero es que con el calor que hacía, la
sed que tenía… y una amable voluntaria en un avituallamiento me ofrece una Coca
Cola. Se me antojó, qué rica, una Coca Cola fresquita. Pues no me cayó bien al
estómago, no. Pero bueno, nada grave, por suerte.
Completando
la segunda vuelta me encuentro animando como locas a dos compis del club,
Yolanda (que ha participado en el Half, y con mucho éxito, por cierto) y
Nieves, que había ido a Vitoria de acompañante. ¡Qué ilusión me hizo!
![]() |
Comentando la jugada con "Sangre" |
Justo al
final de esta vuelta Elena se pone a correr conmigo, falda remangada, para
contarme lo que le ha pasado al pobre Dani. Como ella misma decía, parecía una
gitana pidiéndome algo…
![]() |
Dame aaaarrrrrgo |
Y ya
justo antes de pasar por meta por segunda vez (la de cosas que pasaron en estos
minutos) me adelanta la bici que acompaña al primer clasificado, pero como
además esa zona es muy estrecha y "ratonera", la bici me tuvo que
pasar con bastante antelación, por lo que pasó al menos un minuto entre que me
pasó la bici y me pasó el líder (porque además reconozco que yo aceleré). Era
la zona más concurrida del circuito y mucha gente pensó que el líder era yo, ya
he vivido mi minuto de gloria...
"Sangre"
se quedó al rato porque tuvo que parar a que le echaran réflex, me lo crucé un
par de veces y nos dimos ánimos, pero no le vi en la meta, me hubiera gustado
darle un abrazo, estuvimos casi 2 horas corriendo juntos y charlando a ratitos.
![]() |
Por las calles de Vitoria |
El ritmo
bajó inevitablemente pero no percibí ningún descenso exagerado del rendimiento
(ni muro de los 30, ni de los 25…) pero sí que cada vez que costaba más mover
las piernas. De pulsaciones iba bien (todo el rato a unas 133), de cabeza
también, pero las piernas cada vez costaba más moverlas. Al terminar la tercera
vuelta grité a mi familia: "hago la vuelta que me queda en una hora y lo
consigo" (lo que quería conseguir era bajar de 11 horas; ya dije que si
todo salía perfecto podría acercarme a las 10:30, pero eso significaba que no
hubiera hecho viento en la bici ni tanto calor en la carrera a pie, por no
hablar del tiempo perdido en el agua). Daba gusto pasar por al lado de Elena,
Carlos, Pablo, Roncesvalles, Juan, Sylvia, Luis, Silvia, Iker, Naia, Luismi, Ruth y al final el propio Dani, ¡cómo
se volcaban dando ánimos!
La
última vuelta se me hizo muy larga, pero cada vez que pasaba por un sitio me
decía: "la última vez que paso por aquí", y eso me daba ánimos. Había
un avituallamiento en el km 9 (es decir, siendo la última vuelta era el km 41)
en el que al agacharme para mojar la visera en la piscina de agua (había varias
por todo el recorrido, de esas infantiles) me mareé. Nunca me he desmayado por
el esfuerzo e intuía que estaba lejos de que me sucediera, pero precisamente
como nunca me había pasado no sé si es algo repentino, o se ve venir… El caso
es que me asusté moderadamente ante la posibilidad de que me pasara algo a un
kilómtero de meta. Pero debió ser el típico mareo de cuando uno se agacha
demasiado rápido, porque en cuanto empecé a correr de nuevo se me pasó.
Conseguí
completar la maratón en 3 horas 48 minutos, y sobre todo sin haber dejado de
correr ni un instante (propósito que tenía desde el principio; sí andaba unos
segundos mientras bebía agua porque si no me la echaba toda encima y me entraba
peor) y a una media de 5:35 el km, bastante decente.
Cuando
entraba en meta estaba muy contento, llevaba muchos meses esperando ese
momento, y no tenía pensado nada de cómo entrar o celebrarlo, lo que me salió
fue quitarme las gafas y la visera y saludar sonriendo. Oí a mi familia pero no
los vi. Estaba prohibido que los familiares entraran en meta con los
participantes (de hecho creo que es una prohibición de la Federación), así que
los niños no pudieron acompañarme.
![]() |
Entrando en meta, en un tiempo de 10 horas y 48 minutos |
Al pasar
por meta me dieron mi medalla y mi polo de finisher, me fui al avituallamiento
y me bebí de un trago una lata de Coca Cola (ahora sí), agua, fruta… y me fui a
que me dieran un masaje. Mano de Santo, oiga. Aunque cada vez que me trataban de
pegar el talón a la nuca veía las estrellas. Estando en el masaje vinieron
Elena y los niños con mi hermana y mi cuñado, y, tras hacernos las fotos
pertinentes, los varones nos fuimos a por las bolsas y la bicicleta. Tengo que
decir que la organización, espectacular. Se siente uno como un profesional
compitiendo en la élite. Y la actitud, atención y simpatía de los centenares de
voluntarios, insuperable.
Con la familia al rato de entrar en meta |
Tiempo final: 10 horas 48 minutos, puesto 217 de la general (había 1.000 inscritos en la distancia Full) y 42 de mi grupo de edad (había unos 250). Quedar en el top 25% en una prueba de este tipo me parece un éxito, estoy contento.
Ya me han preguntado varios si es más o menos duro de lo que pensaba. Y mi respuesta es sencilla: es muy, muy, muy duro... justo como pensaba.
Han pasado dos días y apenas me duele nada. Sólo la espalda, por lo poco acertado de la previsión meteorológica...
Han pasado dos días y apenas me duele nada. Sólo la espalda, por lo poco acertado de la previsión meteorológica...
Ojo a la línea roja de la parte que quedó al aire en la bici |
Hay
mucha gente a la que tengo que dedicar mi más sinceros agradecimientos, y como
siempre uno se arriesga a dejarse a gente fuera. Por supuesto y en primer lugar
a Elena, que es quien me ha sufrido. He tratado de minimizar el impacto en la
familia, pero no siempre ha sido posible. Elena, te prometo que si en 2016 me
dejas hacer Lanzarote, en 2017 nos hacemos El Rocío entero. Y por extensión a
Carlos y Pablo, que han visto mermadas horas de fútbol y otros juegos con su
padre (aunque por otra parte he tratado de compensar). El resto de mi familia
también ha visto reducido el por otra parte gozoso tiempo de mi compañía, a
ellos también tengo que extender mi agradecimiento, especialmente para
Roncesvalles y Juan que encima se han venido a Vitoria. También a mi pobre madre, que a pesar de que nunca lo ha visto claro me ha apoyado siempre. A los que se han
preocupado porque mi cuerpo aguante sobre todo a Ángel, de ALG Fisio, José
María Villalón y Johnny Corroto, compañero de club y médico-triatleta, que son
los mejores. Por supuesto a Andreu Alfonso, que me ha preparado y aconsejado
para llegar aquí, a pesar de que dice que soy muy "demanding" (y lo
que te queda, Andreu…). A todos los compañeros del club Fitness Sports
Triatlón, me gustaría nombrarlos a todos pero es imposible, así que menciono a
los dos con quienes más horas de entrenamiento he compartido: Luis Vega (que
lleva tiempo sin ir pero volverá) y Rak, que me ha dado ánimos hasta el final y
me ha acompañado en varias clases de spinning, abd, series de running… También a Hugo, que ha compartido muchas horas de entrenamiento y consejos conmigo. A Luis
de nuevo por acompañarme a Vitoria con Sylvia y las niñas, y animar tanto. A
Silvia e Iker que además de acompañar y animar, nos ayudan con los niños y
juegan con ellos. También han animado mucho en Vitoria Naia y Luismi. Por
supuesto a Dani, que es "culpable" de que yo haya hecho Vitoria este
año; de no ser por él, no sé si habría llegado a hacer esta distancia, pero en
cualquier caso con toda probabilidad no en 2015. A Fran, con quien empecé a
practicar triatlón por probar una experiencia nueva hacer 2 veranos. Y a todos los que me han mandado mensajes de ánimo, me han preguntado, me han felicitado... Me siento afortunado por rodearme de la gente de la que me rodeo.
Voy a poner una frase típica de IronMan, me permito el tópico: "el dolor es temporal, pero el orgullo es para siempre".
Que completa la descripción. Que ilusión transmites!. Eres un tío valiente y con una gran fuerza de voluntad. Tu constancia es un ejemplo.
ResponderEliminarQue completa la descripción. Que ilusión transmites!. Eres un tío valiente y con una gran fuerza de voluntad. Tu constancia es un ejemplo.
ResponderEliminarQue completa la descripción. Que ilusión transmites!. Eres un tío valiente y con una gran fuerza de voluntad. Tu constancia es un ejemplo.
ResponderEliminarQue completa la descripción. Que ilusión transmites!. Eres un tío valiente y con una gran fuerza de voluntad. Tu constancia es un ejemplo.
ResponderEliminarEres una maquina!!
ResponderEliminarQué buena crónica y qué buen fin de semana!!! Me encantó estar allí contigo. Fue súper emocionante. Se me cae la baba con mis hermanos, qué le voy a hacer... no puedo remediarlo...
ResponderEliminarHas tardado dos meses y medio en reconocerlo... :)
Eliminar