Si preguntan a
cualquiera si puede correr 2 km seguidos seguro que dice que sí (cualquiera,
deportista habitual o no, podría aguantar 2 km aunque fuera a velocidad
reducida). Si acto seguido le preguntan si puede correr 1.000 km, dirá que no.
Vale, pero has dicho que 2 sí. ¿Y 3? También. ¿Y 4? Por supuesto. ¿Y 5? ¿Y 6?
¿Y 7?... Podemos seguir así durante mucho tiempo. ¿En qué momento dejamos de
decir "sí" y contestamos que no? Hay un punto, un momento, en el que
está nuestro límite. Hay un kilómetro, un metro, un centímetro, del que no
podremos pasar.
La frase "no
hay límites" es un tópico, no es cierto. Sí que hay límites, claro que hay
límites. Pero están mucho más lejos de lo que cada uno pensamos.
Con fuerza de
voluntad, esfuerzo y confianza seremos capaces de lograr cosas que a día de hoy
nos parecen impensables.
Hablo de mí: cuando
hace un año, con tiempo ya corriendo y montando en bici, por fin decido empezar
a nadar y probar el triatlón, sufrí un revés el primer día que fui a la
piscina: al contrario de lo que imaginaba, no era capaz de encadenar 4 largos
seguidos. Sentía que el agua no era mi medio, me costaba mantener un ritmo de
respiración, me turbaba pensar que un desfallecimiento sería mucho más
catastrófico en el agua que fuera de ella… en fin, más por lo psíquico que por
lo físico, no superaba los 100 metros sin parar. Un año después, estoy a menos
de una semana de participar en el medio Ironman de Lisboa (en esta distancia se
empieza por 1.900 metros de natación). No hago grandes marcas ni mucho menos
(espero rondar los 35 - 40 minutos), pero desde luego he situado mi límite
mucho más lejos de lo que lo habría hecho 12 meses atrás.
Claro que tenemos
límites, pero están mucho más lejos de lo que pensamos, y además podemos
alejarlos mucho más si nos lo proponemos. ¿Cuánto soy capaz de nadar ahora?
¿3.800 metros (distancia Ironman)? Sí. ¿5.000 metros? Supongo que también. ¿Y
10.000 metros? Pues imagino que no, a menos a día de hoy. Pero no sé cuál es el
metro exacto del que no podría pasar.
No caigamos en
tópicos que puedan hacer que pierdan su efecto las frases con intención
motivadora. Si son claramente falsas, pueden no provocar en el receptor el
efecto deseado.
Frases como "tú puedes llegar a la luna", o "te vas a comer el mundo", tienen un mensaje mucho menos impactante que sentencias que sean reales o tengan atisbos de serlo. "Si trabajas duro puedes llegar a ser presidente de los Estados Unidos…". Mira, me he sacado el graduado escolar con dificultades, y además soy de Soria, según la constitución estadounidense ningún no nacido en territorio americano puede ser presidente… Dime algo que realmente pueda conseguir, difícil pero alcanzable. No buscamos aforismos (Aforismo: sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte) pero si realismo.
Esta semana pasada, en el programa "Correr no es de Cobardes", en Gestiona Radio (http://www.gestionaradio.com/programas/correr-no-es-de-cobardes-con-jose-maria-azcarate/#) los invitados, José Luis Gómez Alciturri y Robert Smith (Robert, gracias por la mención en tu blog: http://fromrusttoironman.blogspot.com.es/), del Banco Santander, nos enseñaron mucho sobre esto de los límites. Maratón des Sables, Himalaya, Cuatro Desiertos…
Pongamos
nuestros límites en un sitio razonable, que siempre estamos a tiempo de
alejarlos. Si no he corrido nunca lo puedo poner en un 10.000, si soy corredor
habitual en un maratón, si soy triatleta en un medio Ironman, o en un Ironman…
Cuando haya sido capaz de superar mi límite lo subo, como en el salto con
pértiga…
Puedes
llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente (Lewis Carroll,
escritor británico).
Bueno, bueno, tú ve pensando en alejar tus límites un poco más allá, porque digo yo que habrá que ir pensando en el siguiente reto, ¿no?
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