Hace no mucho, una doctora que me vio “de cuerpo entero”
(vamos, en paños menores) me hizo una pregunta que me hizo mucha gracia: “oye,
¿tú eres torero?”. Vio muchas cicatrices y las asoció con cornadas, supongo que
engancharía eso con mi acento andaluz y todo junto le llevó a la confusión. He
tenido muchas lesiones que me han dejado marca (luxaciones de hombro, placa de
titanio en tobillo, neuroma de Morton en el pie…) pero la que más me preocupa
es una que no se ve: la condromalacia.
Según Wikipedia, la condromalacia rotuliana es una enfermedad caracterizada por la degeneración de la superficie del cartílago que constituye la cápsula posterior de la rótula. Produce malestar o dolor sordo alrededor o detrás de la rótula, y es un padecimiento bastante común entre adultos jóvenes, especialmente jugadores de baloncesto, voley, fútbol, ciclistas, karatecas, tenistas, remeros, bailarines de ballet y corredores.
Hará unos 4 años, poco más de un año después de empezar a
correr, en una carrera popular noté un dolor en la rodilla a partir del
kilómetro 8. No le di mucha importancia, tras varios días el dolor desapareció
y me olvidé del tema. Poco después, en los 15 km de Tres Cantos, también en
torno al octavo kilómetro apareció el dichoso dolor. Esta vez completé más
distancia con el dolor (fallo mío: nunca he sabido parar cuando debía) y el
tema parecía más grave. El dolor se acrecentaba con determinados movimientos,
sobre todo al bajar escaleras. Tras una resonancia escuché por primera vez el
término que me ha perseguido estos últimos años: tenía condromalacia rotuliana.
Me lo explicaron de forma sencilla: se desgasta un cartílago que tenemos en la rodilla, que hace que los huesos choquen entre sí tras una sucesión prolongada de movimientos iguales (vamos, al correr), produciendo un dolor que tarda en desaparecer tras días de reposo. Me mandaron rehabilitación, Condrosán (o Condrosulf, unas pastillas hechas a base de cartílago de tiburón que mandan para cosas como ésta, siendo tomadas por intervalos alternos de 3 meses) y tras unos pocos meses volví a la acción.
Al poco tiempo, el problema volvió de la misma forma. Más rehabilitación, más Condrosán y la fatídica visita al traumatólogo que nunca olvidaré: me manda dejar de correr, me dice que nunca podré hacer más de 10 km, e incluso me aconseja cambiarme de casa, ya que la mía tiene escaleras.
No soy el primer deportista que, cuando el médico dice que debe dejar una actividad deportiva… cambia de médico. Fui a un reputado especialista en rodillas que no fue ni de lejos tan pesimista como el anterior, y que entre otras cosas me mandó al podólogo a hacerme plantillas especiales (ya que soy de pisada totalmente supinadora). Fui a ver al Doctor José Luis Moreno (no el de Rockefeller y Macario, sino a uno que tiene la consulta plagada de fotos con futbolistas, y eso ya da cierta tranquilidad), y me hice unas plantillas especiales (tras un exhaustivo análisis de mi pisada).
Yo, que en estas cosas estoy lejos de practicar el eclecticismo (eclecticismo: modo de juzgar u obrar que adopta una postura intermedia, en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas), tomo una postura radical, me compro un aparato para darme descargas eléctricas en casa, y me harto de hacer gimnasia específica para fortalecer el vasto interno del cuádriceps.
Un año después podía correr sin dolor, dos años después hacía sin problemas medias maratones, y cuatro años después la condromalacia casi ha desparecido y esta temporada, por fin, voy a probarme en un maratón (tengo en mente Valencia, después de la temporada de triatlones; si aguanto, quién sabe si puedo plantearme un ironman en un futuro no muy lejano).
La frase: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y
no en el resultado; un esfuerzo total es una victoria completa” (Mahatma
Gandhi).
¿Cómo no muy lejano el Ironman? Tú en 2015 estás haciendo uno con el "tito" Dani...ya te diré cual...
ResponderEliminarQué presión... bueno, qué coj..., tengo que amortizar todo el material que me estoy comprando... ¡Mapunto!
ResponderEliminarBuenas! He estado echando un vistazo a tu blog.
ResponderEliminarEstoy en tu mismo caso, tengo condromalacia rotuliana y me gustaría saber cuáles eran los ejercicios de musculación que hacías, ya que yo hago c ciclismo y en bici no tengo problema pero al correr si tengo molestias.
Mi blog es www.viajarpedaleando.blogspot.com