domingo, 23 de febrero de 2014

Desmotivado – Inscrito – Motivado

Hace un par de semanas, tras ya un mes con las molestias de lo que inicialmente se me diagnosticó como tendinitis, fui, recomendado por Cigna (recientemente acabamos de cambiar en la empresa el seguro médico de Sanitas a Cigna, y poco he tardado en descubrir lo acertado del cambio) a MEDYR, en la calle Hernani, un centro especializado en medicina deportiva. El diagnóstico fue desesperanzador: tendinitis, pubalgia, posible rotura fibrilar y periostio afectado.




Esto suena regular, claro, y el médico (me fui descorazonado con el diagnóstico pero encantado con el trato y la profesionalidad) me confirmó que era una lesión jorobada, y que me olvidara de correr en 2 meses. Tengo en el horizonte el medio Ironman de Lisboa el 3 de mayo y haciendo cálculos veo que sólo voy a poder correr durante abril. Me vengo abajo. Ahora bien, este médico, claro conocedor de las lesiones deportivas y su recuperación, me dice que sí puedo nadar y que puedo hacer bici sin excesos. Esto me da un rayo de esperanza.

Me manda jornadas de rehabilitación en su centro (dejo entonces temporalmente mis sesiones con Ángel en Tres Cantos, las retomaré cuando acabe aquí porque estoy encantado) y aquí me veo intentando cuadrar en mi agenda mis visitas a MEDYR. De momento no me está siendo fácil pero me tendré que organizar.

Evidentemente, mi sensación es de absoluta desmotivación. Tengo ya mi hotel reservado, llevo tiempo pensando en Lisboa, y de repente veo que o no voy, o voy mal preparado.

A finales de semana Dani (http://fonsecaman.blogspot.com.es/) me dijo la frase mágica: la semana que viene sube el precio de la prueba de Lisboa. Dani lleva desde que le conozco haciendo proselitismo conmigo (proselitismo: acto de intentar convencer a una persona de unirse a una causa), ahora no le podía fallar. Lo vi como el agente motivador que necesitaba. Nos sentamos un momento delante del ordenador, y dicho y hecho, ya estaba inscrito.

Cojo el plan de entrenamientos que pretendía seguir cuando me lesioné y veo que el sábado toca natación: 3.500 metros. Aseguro que cuando hace un año decidí pasarme al triatlón, la primera vez que me tiré a la piscina no era capaz de encadenar más de 4 largos (100 metros) seguidos. Veía imposible completar los 750 metros que necesitaba en mi estreno (obviamente, modalidad sprint). Pero soy un convencido de que con esfuerzo y dedicación se puede conseguir casi todo. Ya había hecho los 1.900 varias veces (distancia del medio Ironman) y este sábado completé los 3.500 sin problemas. De hecho, terminé con la sensación de que sí, bueno, ya tocaba irse, he completado el plan, estoy quizá un poco aburrido de nadar, pero si tuviera que encadenar otros 3.500, pues que podría (insisto, ésa era mi sensación, igual 100 metros después me venía abajo).

Hoy domingo he pillado la bici de carretera con Rober y he hecho un par de horas en las que he respondido mejor de lo que esperaba. Así que sólo puedo mejorar. Y teniendo en cuenta que de las tres disciplinas la que tengo más dominada es la carrera, pues estoy virando mi disposición emocional, vuelvo a estar MOTIVADO.

A ver si me organizo bien, cumplo con la rehabilitación, saco ratos para entrenar a diario, nado y ruedo, en unas semanas me lanzo a patear el asfalto, y retomo mi meta para Lisboa: 6 horas siendo realista, 5:30 – 5:45 si pienso más con el corazón que con la cabeza.


Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo. Ludwig van Beethoven.

No hay comentarios:

Publicar un comentario